miércoles, 19 de junio de 2013

Los misterios del ama de casa.- el virus de primavera




Ser mujer y concretamente ser ama de casa no se si será un don, una bendición o una maldición, somos cual unicornio criaturas únicas, creo que vamos encaminadas a ser una especie en peligro de extinción a pesar de ser muy completas, tenemos nuestras glándulas, nuestras hormonas y unos misterios propios que a veces pienso que solo nosotras somos capaces de comprender.

Uno de los más comunes y que afecta a un porcentaje altísimo de nuestra especie (de las que nos gusta la casa y que en chi nos fluya correctamente) es el misterio de los primeros soles y calores de la temporada: el misterio de la primavera. Es salir el sol dos días, subir las temperaturas y tenemos una semana que nos volvemos del revés, ponemos nuestra casa y nuestra vida patas arriba supongo que para recibir con los brazos bien abiertos y en todo su esplendor a la primavera, hartas de invernar el solecito nos da vida.

Los síntomas comienzan por un brote marujil  que nos dura aproximadamente una semana en la que nos deshacemos de edredones, fundas nórdicas, mantas.. todos los símbolos del invierno, lo cambiamos por alegres colchas y coloridos cojines, limpiamos todo lo que se puede limpiar en una casa, las más exageradas (por que en esto como en todo también hay grados) te limpian hasta las cápsulas
del cafe y las hojas de los geranios.  Lavamos todo lo apto para ser lavado: cortinas, visillos,  abrigos,  bufandas, gorros, guantes y toda la ropa de cama de invierno que ondea en nuestros tendederos para guardarlos limpitos hasta la próxima temporada invernal, resumiendo, hacemos lo que nosotras llamamos: la limpieza general. Aprovechamos para renovar la decoración, nos conformamos con cambiar las cosas de sitio, el caso es renovar por que te lo pide el cuerpo. Colocamos estratégicamente ambientadores mayormente de aromas florales, decoramos con plantas de temporada, dejamos que el sol entre de lleno en nuestras casas que junto
con el aroma de la lejia y los fregasuelos florales nos hacen sentir limpias y renovadas.

Te notas y lo que es mejor te notan alegre, contenta, simpática, habladora, feliz, te apetece vivir, irradias energía positiva,  te olvidas de la pereza, la actividad corre por tus venas,  desterras el mal humor, planeas salidas con tus amigas, te vuelve la ilusión aunque no sepas de qué, vamos¡¡¡ estas contenta de ser mujer.

Te has dado tanta paliza en casa que agotaste todos los productos de limpieza y  sales tan contenta de la vida a reponer, que bien¡¡¡¡ mira que escobas y fregonas más bonitas¡¡¡ mira tú por donde¡¡¡ las hay con flores, mariquitas, y estampados de vaca, yo quiero¡¡ que monas¡¡¡ me gustan¡¡¡ molan¡¡¡¡ y te vas a su casa tan contenta deseando de acabar la limpieza general  para tirar tus elementos viejos y estrenar tu escoba nueva con el estampado floral tan bonito que te has comprado y lo mejor es que tienes la fregona con cubo y todo a juego y por supuesto el recogedor. Compraste el set completo. Viva la pepa¡¡¡¡¡¡ y esa semana no te importa tanto el no tener un imoticono te que identifique dignamente en el wasapp cuando hablas con tus amigas de a lo que te estás dedicando en esos días, en esos tus primeros días de primavera en los que floreces en todo tu esplendor y que cuando lo has limpiado y lavado todo te das cuenta de lo afortunada que eres de tener tu familia, tu casa, tu limpieza hecha, y sobre todo la sensación de satisfacción y del deber cumplido tras haber hecho un buen trabajo.

Cuando la de casa se ha acabado empezamos con la nuestra, la personal, corte de pelo aunque solo sean las puntas, hay quien aprovecha y se tiñe, hay quien ya elige las mechas de primavera- verano. Nos depilamos todo lo que se puede depilar incluso lo que desconocías¡¡¡ porque resulta que también en este mundo se está creando tendencia. Nos compramos mascarillas faciales para exfoliar las células muertas y congeladas que nos ha dejado el invierno con sus bajas temperaturas.  El chi fluye con más energía e incluso los vergeles dormidos despiertan por unos diítas, poca cosa, pero despiertan.





Cuando pasa esa semana volvemos a la rutina, eso sí, con una escoba preciosa de estampado floral que te alegra tu limpieza diaria de cada día.
Y es que nos conformamos con tan poco.....


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El relato del día de hoy esta escrito con todo mi respeto y con todo mi cariño hacia un colectivo al que pertenezco. 
Creo que somos merecedoras de un pequeño homenaje a todas las que con esmero y dedicación nos entregamos a nuestra familia y nuestros hogares en cuerpo y alma, máxime sin recibir remuneración económica alguna ni estar dadas de alta en la seguridad social.
Aprovecho para reivindicar un emoticono digno en el whasapp

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