miércoles, 14 de junio de 2017

Aprendo, me divierto y casi magia he descubierto .- Para mi no es ningún rollo el conseguir chirimoyos.








Comí chirimoya y me enrichimoyé, ahora que estoy enchirimoyado como me desenchirimoyaré ???.




El chirimoyo es un árbol de crecimiento lento, que puede adquirir en su madurez una altura de 7 a 8 metros y un exuberante follaje. Sus flores de seis pétalos amarillentos jaspeados de púrpura son muy aromáticas aunque poco llamativas.

La germinación de la chirimoya requiere un poco más de paciencia, donde otras plantas germinan en semanas o incluso en pocos días, la chirimoya necesita de un tiempo considerable que se puede prolongar hasta varios meses.




Para germinar las semillas de la chirimoya hice exactamente el mismo procedimiento que ya os expliqué en la entrada anterior dedicada  al limonero, lavar bien las semillas, cubrirlas con papel absorbente, humedecerlas no empaparlas, después envolverlas con papel de plata y por último asegurarme que no les faltaba humedad.




Cuando las raíces comienzan a asomar esperaremos a que alcancen un tamaño adecuado y será entonces cuando las trasladaremos a la maceta, donde la tierra se encargará de ofrecerla los nutrientes que necesita.




Si os fijais bien en la fotografia superior además de dos futuros arbolitos podréis ver que tengo más semillas con sus raíces en esta maceta, por lo que si todo sale como debiera, serán más los arbolitos que con un poco de suerte y cuidados nacerán en casa.




En la fotografía superior os muestro otros dos ejemplares, uno por cierto sin hojas ya que se le acaba de caer el fruto, de otros dos futuros arbolitos y más semillas que si todo sale bien acabarán también siendo arbolitos.



Solo la naranja, el níspero, el dátil y la frambuesa, entre las frutas frescas, contienen mas calcio que la chirimoya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario