domingo, 14 de mayo de 2017

Un domingo en la cocina, crea, descubre, imagina.- Que gozada ¡¡¡ que gustada ¡¡¡ nos hizo Pepe fabada





Esta semana he querido que proponga ... mi marido ¡¡¡





Siempre que Pepe está en casa, le pillas en la cocina, ya parece su oficina, del tiempo que allí se pasa.




Hoy os preparé fabada, casera y muy natural, sé que será recordada, más no comáis demasiada, por si acaso os sienta mal.








Pepe tenía ganas de hacer una fabada en condiciones y fue antojado, pensado, aprobado por unanimidad y hecho.

Compré las alubias apropiadas en un comercio especializado en legumbres para poder cocinar una fabada en condiciones y Pepe se encargó de comprar el resto de ingredientes necesarios para hacer una fabada de campeonato.

Acompañando a las fabes Pepe añadió como ingredientes: morcilla de cebolla, chorizo asturiano y tocino entrevelado.
Que festín ¡¡¡


La fabada asturiana está muy vilipendiada por ser un supuesto plato flatulento, graso y fuertísimo, sin embargo parece ser que también tiene un gran interés nutricional. A nivel de macronutrientes, la fabada es una estupenda fuente de elementos interesantes como el calcio, magnesio fósforo, hierro, selenio, cinc y fitoesteroles. Una de sus cualidades más importantes es su riqueza en fibra. Respecto a los gases que produce se pueden combatir tomando como postre una sencilla infusión de anís e hinojo mezclados a partes iguales.


Si he de ser sincera comentaré que la fabada estaba exquisita, Pepe la cocinó con tanto mimo y esmero y de forma tan tradicional, que no nos produjo gases ni pesadez a ninguno de los tres.



La curiosidad de la semana:

No es fácil saber a ciencia cierta desde que momento de la historia el hombre comienza a comer "fabes", hay datos que apuntan con certeza a que ya en el siglo XVI se cultivaban y consumían en Asturias, donde en la actualidad se dedican aproximadamente unas 2500 hectáreas para el cultivo de esta magnífica legumbre.





Que os aproveche ¡¡¡







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