miércoles, 31 de mayo de 2017

Aprendo, me divierto y casi magia he descubierto.- Más majos que el chocolate, hablo de mis aguacates








El que come aguacate sin sal, come m  sin pensar. (aviso a navegantes, semejante refrán no es mío, pero no encontré otro.)



El aguacate es una especie arbórea que se cultiva en climas tropicales y mediterráneo en todo el mundo.

Me encanta ¡¡¡ el aguacate me encanta y desde siempre tuve claro que tenía que intentar su germinación y la verdad es que no me ha resultado para nada difícil conseguirlo, ya que el hueso solamente necesita tener un poco de contacto con agua para brotar.




















Lo primero que hay que hacer es limpiar bien el hueso,  seguidamente sumergimos la parte inferior en agua, la diferenciaremos bien porque la superior está ligeramente más puntiaguda, para sumergirla correctamente necesitaremos de palillos para que nos ayuden a sostener el hueso o lo que también suelo hacer yo, utilizar unos jarrones en los que no necesito de palillos que los sujeten.







A las pocas semanas veremos como de la parte inferior del hueso  aparecen las raíces, generalmente suele salir primero una principal y después varias más finas. 
La parte superior se secará y agrietará para que pueda salir el brote.





Cuando el tallo alcance cierto tamaño ya podremos transplantarlo teniendo cuidado de dejar la mitad de arriba del hueso al descubierto.

Y una una vez plantado le buscaremos un espacio que les asegure luz y calor, lo regaremos frecuentemente  pero siempre tendiendo cuidado de no ahogar la planta. 
























Con este sencillo método ya he conseguido varios ejemplares,  desde este espacio os animo a que intentes conseguirlo.
Animo ¡¡¡

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