miércoles, 17 de mayo de 2017

Aprendo, me divierto y casi magia he descubierto.- Lo que empiezo lo termino, ya he plantado más de un pino.








Robles, palmeras y pinos, todos somos primos.




El pino es un árbol que pertenece al grupo de las coníferas, su copa puede ser piramidal o redondeada y en los árboles adultos ancha y deprimida. Numerosas especies de pino de cultivan por sus piñones o por fines ornamentales y forestales.


En el mes de diciembre salí en busca de piñones, unos los planté directamente en tierra y otros los intenté germinar, por cierto con bastante éxito, manteniéndolos húmedos con papel absorbente envuelto en papel de plata, método que ya nos he explicado en entradas anteriores.






Una vez germinados los planté directamente en tierra para que pudieran tener todos los nutrientes necesarios.

Pasado el tiempo comencé a ver los resultados, los piñones se abrieron y en cada piñón comenzó a asomarse un pequeño brote que parecía un paraguas rajado que intentaba abrirse de color verde, paraguitas que poco a poco  intentaba convertirse en arbolito.




Y en pocos días llegaron ¡¡¡ los pinitos nacieron ¡¡¡

Cinco pinos, cinco he plantado ya en la montañita con pinares que tengo en frente de casa, donde espero que algún día, ayudados por la madre naturaleza, se conviertan en cinco arbolazos como la copa de un pino ¡¡¡

Si alguna vez me oís decir que me voy al quinto pino ya sabéis  por donde estoy. 

Hasta la próxima entrada ¡¡¡


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