jueves, 27 de abril de 2017

Otro tiempo va viniendo y el que ayer no podía, va pudiendo.-16 Sinceridad






El valor de la SINCERIDAD




A QUIEN MUCHO MIENTE, LE HUYE LA GENTE.




Sin duda alguna la sinceridad es un valor que debemos de inculcar y transmitir a nuestros hijos. Ser sincero no significa sólamente decir la verdad, ni expresarmos sin mentiras ni fingimientos, sino que va mucho más allá, ser sincero es actuar según nuestra manera de pensar y de ser, es mostrarnos tal y como somos. 



Cuando nos expresamos con sinceridad generamos confianza y respeto, además estamos siendo honestos y honrados con nosotros mismos y con los demás.



Por supuesto la familia debe de ser la primera en dar ejemplo por lo que debe asumir un papel fundamental desde el primer momento,     en casa, por ejemplo, nunca prometemos lo que no podemos cumplir ni damos contestaciones que no sean ciertas.



La mayor dificultad la estamos encontrando en intentar enseñar en paralelo a Ana que para ser sincero, en ocasiones, también hay que saber tener tacto, pues no siempre resulta fácil expresar la verdad sobre lo que pensamos decir sin herir. 
A Ana la está costando un poco de trabajo entenderlo, como también la está costando entender, que lo que debemos hacer cuando debamos decirle a una persona la verdad, es que la otra persona vea que por nuestra parte vamos con buenas intenciones, para ello deberemos de saber utilizar las palabras más adecuadas para intentar no ofender ni herir. 



La verdad es que educar en la sinceridad no nos está resultando tan fácil como esperábamos, aunque Ana es sincera porque siempre responde con la verdad, reconoce sus equivocaciones y no trata de ocultar sus errores, nos estamos encontramos con dificultades, por ejemplo el que aprenda a distinguir a quien debe de contar qué y en cómo debe de contarlo, ya que no es lo mismo mentir por proteger a un amigo o por evitar una regañina que por presumir u obtener un beneficio.



La sinceridad es un valor necesario para la convivencia que en ocasiones requiere esfuerzo, por eso siempre estuvimos empeñados en que nuestras hijas fueran personas sinceras con ellas mismas y con los demás.


Autonomía ¡¡¡¡ Prepárate que nos vamos acercando ¡¡¡









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