martes, 24 de marzo de 2015

El diario de BRIDGET PENNY




Martes, mi día, mi tiempo, mi espacio, mi, mi, mi...
quien soy???
Soy yooooo Penny, pretendo hacer burla a la ocupa y creo que mi imitación me ha salido bastante bien.


En fin... sigo convencida de que esta gata tiene un problema, su complejo de jueves no la desaparece, es más, creo que se la va agudizando cada vez más y más y más y más e incluso un poquito más allá.

A su egoismo y su descaro se ha sumado el protagonismo, pase lo que pase en esta familia tiene que estar presente, tiene que aparecer, tiene que destacar. Se cree que ha nacido para ser estrella y no acepta un no como respuesta.

Su relato sobre el corte de pelo de Carolina no está más maquillado y más hecho a su medida por que no la ha sido posible. Yo estaba en casa, yo lo ví todo y de nuevo la exageración aparece con descaro.

Cuando llegó Carolina del esquilador fuimos todos a recibirla, siempre lo hacemos, siempre la llamamos guapa y poco más. El pequeño animalito siempre llega estresada, si esta ocupa descarada se preocupara un poco en pensar en los demás se daría cuenta de que Carolina no tenía el chichi para farolillos, debería de haberse puesto por un momento en su lugar, imaginarse lo que tiene que pasar la pobrecilla perrita cuando un humano de casi dos metros la recoge, se la lleva, la baña, la putea, la sujeta, la agarra, la entruja, la centrifuga, la pasa una máquina corta pelo por todo su cuerpecito, la recorta con tijeras, ufff ¡¡¡ estrés me da solo de contarlo¡¡¡¡

No es la primera vez que vivo una situación así, cada vez que el animalejo lo necesita la cortan el pelo y siempre es igual,  se pasa el día del corte recluida.
Comprendo que la puñetera gata novata no tenga por que saberlo, aunque si tan lista es como se cree ella debería de haberlo sabido, pero ya que hasta ahí no llega si se lo decimos que por lo menos nos escuche, que nos haga caso, que nos obedezca, que la deja en paz coñe¡¡¡, pues no¡¡¡¡.
El problema es que la prota del día era Carolina y no ella y naturalmente no lo podía soportar.
No la dejó en paz, no la dejo en paz en toda la santa mañana, la perrita se escondía cada vez en sitios mas pequeños buscando paz y soledad pero la intrusa ésta no la dejaba ni respirar.

Piluca terminó por subirla en la cama de Ana, las camas en esta casa están bastante restringidas, especialmente la de Ana, pero la situación lo requería y por eso la dejó allí. Cerró la puerta de la habitación para asegurarla descanso pero la puñetera gata dio un salto y con una habilidad increíble logró abrir la puerta.

No la dejaba tranquila, eso ya era acoso, la olía, la tocaba, la volvía a oler, la volvía a olfatear, Carolina ya la gruñía y cada vez más fuerte pero nada¡¡¡ ella insistía e insistía, que insolente¡¡¡ que cansina¡¡¡ que coñazo¡¡¡¡

Al final Carolina accedió a darla la pata buscando su merecido descanso, buscando que la puñetera gata la dejara ya en paz, Piluca finalmente tuvo que intervenir para sacarla de la cama y de la habitación, increíble¡¡¡

Pero es la mejor, la que mejor actúa, la que mejor se porta, la que más ayuda y la que más se preocupa, en fin... esta gata vive en su mundo y de momento insiste en quedarse allí. Allá ella¡¡¡

Esta vez soy yo la que publico documentación gráfica donde queda patente el coñazo que la dio a la perrita. Ella bien que enseño las que amablemente las dos se dan la patita, pues para llegar a eso Carolina aguantó lo suyo, que conste¡¡
































Que sepas que seguimos siendo arrieritos fräulen ocupa¡¡ de momento no lo olvides¡¡¡¡

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