viernes, 3 de marzo de 2017

Una pizza congelada






Una pizza congelada
puede ser muy buena opción
cuando estás desanimada
y triste en tu habitación.


Para no estar apenada
ni triste, ni en depresión
llamé a mi amiga amigada
y la abrí mi corazón. 


Amiga estoy preocupada
te debo una explicación 
tengo pizza congelada
te apetece una porción ??

Al principio ella dudaba
después me prestó atención 
venga amiga, mi amigada
tengamos conversación.

Ha querido ¡¡¡ estoy salvada ¡¡¡
aceptó mi invitación
que alegría, que pasada ¡¡¡
celebraremos reunión.


Si en hacerla tardo nada
me buscaré otra misión
puede que haga una ensalada
y canapés un montón.


Porque no estoy ya apenada
ni triste, ni en depresión ???
porque ahora estoy animada
y con buena disposición ???.


Porque estoy esperanzada
porque tengo la ocasión
de estar menos preocupada
porque espero a la mejor.


Gracias pizza congelada 
porque fuiste la razón
de llamar a mi amigada
para pedirla perdón.   


Fuiste mi mejor coartada
fuiste mi mejor opción
gracias pizza congelada
porque logré su perdón.



Nota: La historia que he escrito ni es autobiográfica ni está basada en hechos reales, al menos en hechos reales que yo conozca.
Lo único que he pretendido ha sido mostrar la importancia del acto de pedir perdón. 
Cuando nos disculpamos podemos restablecer la comunicación y optar a una reconciliación porque hemos reconocido un error. 



























No hay comentarios:

Publicar un comentario