miércoles, 30 de julio de 2014

Diario de una madre desquiciada a la que se le casó su primogénita








Cuaderno de bitácora



EL PRINCIPIO DEL FINAL DEL PRINCIPIO.- PARTE IV




Llegamos ya al restaurante, por fin¡¡ empezaba a hacer hambre.

Los invitados fuimos llegando poco a poco, hecho nada excepcional, eso mismo sucede en todas las bodas, incluso en las bodas que llevan a los invitados en autobús, por que tampoco llegan todos los autobuses a la vez, digo yo que llegarán unos antes que otros, pues eso, que ya estamos en el restaurante donde todo hay que decirlo, comimos y comimos bastante bien.

El restaurante dio mucho juego, tuvimos sesión de barra libre y canapés mientras esperábamos a los novios, después tras su llegada la gran comilona, tuvimos primeros, segundos y terceros platos, postre, tarta nupcial con muñequito y todo, café, vamos¡¡¡ el ritual habitual en este tipo de acontecimientos.

La prima buenorra de la novia nos deleitó a todos los asistentes con un vídeo que hizo expresamente para la ocasión, se presentó en un proyector y gusto un montón. Confieso que lloré.

Los padrinos ofrecimos conjuntamente el discurso, resultó al final creo que hasta divertido, me consta que hay un vídeo circulando por ahí, si me da el repente igual hasta lo publico.

Tampoco faltó la entrega de detalles, del reparto se encargaron los damos de honor, Ana y noviete entregaron a cada uno de los invitados los presentes elegidos para la ocasión.

Y antes de la tradicional sesión de baile tuvimos la oportunidad de hacernos unas divertidas fotografías ya que los novios nos obsequiaron a los invitados con una sesión de photocall donde pusieron a nuestra disposición diferentes objetos para que las fotos resultaran más divertidas.

A última hora combinaron baile con sesión de más canapés, sandwiches y similares, la barra libre no cerró hasta que no se fue el último invitado que por cierto en esta ocasión fue invitada y concretamente tres: Ana, la prima buenorra y yo, me tuve que despedir del baño que se portó muy bien conmigo, intimamos.

Mi anécdota de la jornada se produjo a última hora, como comente sin vergüenza en un relato de los anteriores, mi vergel decidió florecer y decidió florecer en todo su esplendor, floreció con tal magnitud que a última hora de la tarde ya me daba miedo hasta sentarme por si dejaba rastro de tan tremendo florecimiento. Mi vergel, obediente y haciendo caso a la canción del verano me susurraba al oído: yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener  contigo una noche loca, con tremenda locaaaaa. Aunque me opuse rotundamente de nada me sirvió, pero como el lema de mi vida es poner siempre al mal tiempo buena cara, tome una determinación.
En vista de que como no me podía sentar, ni podía bailar, si salir fuera del local a la abarrotada zona de fumadores no bailarines, decidí ir a la barra del bar a tomar zumos de piña para olvidar las penas y no mezclar, por eso y por que todo hay que decirlo, era la zona más próxima a los aseos, lo que me garantizaba total tranquilidad por si se me presentaba una emergencia, capaz era, capaz fui. En estas, estando en la barra del bar tomandome mi zumo para no mezclar, hubo un momento en que algo llamó poderosamente mi atención y es que no sé ni como ni porqué me vi rodeada del plantel de jovencitos buenorros-cachondos para mi sola, que imagen¡¡¡¡  Los One Indirection del enlace en exclusiva para mi¡¡¡ lo que provocó las envidias de más de una y más de dos, humildemente lo reconozco, lo reconozco y lo cuento por que me hace mucha ilusión, para que voy a mentir¡¡¡

Mientras la caza había comenzado, ajena estuve a su completo desarrollo, espero que comprendáis que no tenía el chichi pa farolillos y nunca mejor dicho, lo del chichi y lo de los farolillos, sin embargo hubo detalles que si pude presenciar: el macho elegido, la descarada ceremonia de cortejo, el ansia por un apareamiento nocturno … El hecho de estar sujetando la barra del bar para evitar que se cayera, por si se caía, me dio para eso y para más.

Como no hay mal que por bien no venga, a mi frondoso e inesperado vergel si hay algo que le tengo que agradecer fue el reconocerle que gracias a su repentina aparición experimenté una sensación que hacía muchísimo tiempo que no experimentaba, fui capaz de desatar una envidia terrible entre las jovencitas allí congregadas por que estuve más de una hora hablando con el gran triunfador de la noche, con el vecino buenorro. Ya en la salida de la iglesia pude ver las pasiones que desató el triunfador entre las diferentes hembras, pero lo que ninguna imaginaría es que su rival lo encontrarían en una madurita, una madurita florecida que tampoco estaba nada mal¡¡¡¡ pero madurita al fin de cuentas, sus estrategias de conquista fueron inútiles.  Durante todo ese tiempo sentí en mis propias carnes, como gran parte de la sección femenina me apuñalaba, me pegaba tiros, me ahorcaba, pude sentir la envidia que provocaba al resto de mujeres el hecho de tener acaparado sin pretenderlo al más cotizado entre cotizados. Que bien me sentí¡¡¡¡ Que subida de moral¡¡¡ La autoestima disparada¡¡¡¡
Gracias triunfador¡¡¡¡ Gracias vecino buenorro¡¡¡ El hablar contigo fue un auténtico placer y todo un privilegio además de toda una lección para una panda de jovencitas desesperadas y poco discretas.

Pero el momento mágico se acabó, estamos en lo que estamos y vamos a lo que vamos¡¡¡¡

Va por vosotros¡¡¡



Lo primero es lo primero, con esta fotografía pretendo demostrar que una puede acudir a un enlace en calidad de madre de novia, de madrina y de lo que haga falta, pero sin olvidar que una también es blogera y que tiene que relatar para sus lectores lo que allí se vivió.

Observen de que forma más natural repaso las escasas fotografías que pude hacer con mi móvil, cuando salí del hotel de camino a la iglesia apenas tenía batería, motivo por el que poco reportaje gráfico fui capaz de hacer.

Al llegar al restaurante de lo primero que hice fue buscar un enchufe para cargar mi móvil, después al aseo.

Esta imagen fue captada nada más llegar, lo se por que llevo todavía el chal puesto, eso sí, en un solo hombro, lo cargue como si cargara un saco de patatas, así soy yo y así lo voy contando.







Un selecto grupo de invitados da la bienvenida a los ya convertidos en marido y mujer.

Podemos ver a la tía más tía entre todas las tías, detrás lo más parecido que tengo a un cuñadito.
La pareja de amigos más sonriente del enlace, la formada por un guapísimo italiano y señora, la mujer que más sonrió de todas. Y para terminar el novio de la del megáfono, que mira que le cuesta al chaval salir completo en las fotos, en esta ocasión le han cortado un brazo, pero no el importante, que es con el que sujeta la copa y lo tiene intacto.








Dúo de guapas, aptas rivales en belleza y simpatía y sin embargo amigas.

Marga, mi adorada competencia y la del megáfono.

No se nota que están posando para el fotógrafo de turno, que va¡¡¡.

Naturales y con buen rollo, se conocieron en la despedida de soltera de Marta y estoy en condiciones de asegurar que son dos personas bastante importantes en su vida

Chicassss¡¡¡¡¡ gracias por todo¡¡¡¡










Aquí tenemos ya sin corbata al gran triunfador de la noche, el vecino buenorro.

No, no está pidiendo el aguinaldo que es lo parece, es que el grupo de jóvenes cachondos y sin embargo buenorros chavales quitaron a mi yerno su prenda más interior e íntima, la trocearon y vendieron sus cachitos al mejor postor. El triunfador pasea la botella con los dineros recolectados.

A la derecha y nuevamente cortado el novio de la del megáfono, el aparato en cuestión me da que lo deben de tener en gananciales.





Trío de guapas.

La prima buenorra de la novia vestida de azul sin su camiseta y sin canesú copa en mano, exactamente igual que una de las invitadas más guapas al evento. No las imita la invitada más sonriente, al menos fue más discreta a la hora de salir en la foto.

Lo que no me negaran es que las tres se lo están pasando pipa. Que buen rollito hubo en la boda¡¡





Bueno, bueno, todo llega, por fin tenemos en exclusiva al padre pasota de la novia luciendo en todo su esplendor.

Acompañado de la prima buenorra, que para la ocasión posa con un vaso en la mano, detalle que favorece más que estar siempre con la cerveza, se hizo una de las escasas fotografías en las que aparece el hombre, vaso en mano también.

La publico por que a estas alturas estoy segura que más de uno se pensaba que me había casado con un espectro.

Pasota e invisible ya es demasiado.





La tía más tía entre todas las tías y lo más parecido que tengo a un cuñado aparecen sonrientes y cómplices en esta fotografía.

La he elegido a propósito por que me gusta mucho, ya sin tocado se la ve a mi hermana feliz y relajada y precisamente así es como me gusta ver a mi a mi gente.

A lo más parecido que tengo a un cuñadito también le veo igual de bien, sonriente, feliz y relajado, si no fuera por lo elegante del vestuario daría la impresión que acababan de salir de un spa.

Día especial, día de pasar en familia¡¡¡








Otra pareja feliz, mi hija pequeña Ana con su noviete.

Los damos de honor estaban para comérselos, o no???

Guapos e interesantes posan para el fotógrafo, me recuerdan a los muñequitos que se ponen encima de la tarta.

De espontánea esta foto no tiene nada de nada.

Ana de fucsia, Angel de negro combinado en rosa.

Me encantan¡¡¡

Que monos, por favor¡¡¡¡¡¡








Aquí tenemos a una de las parejas más guapa y bonita de invitados.

Pareja sencilla, educada y especialmente guapa, no me negaran que ella en chica y él en chico son una preciosidad. Que niños más guapos tienen que salir de esta pareja¡¡¡¡¡¡

Detrás vemos al guapo italiano y señora que por primera y única vez no aparece sonriendo, mira atenta lo que parece ser un móvil, ya sabemos, cuando presta atención no sonríe.






Aquí mi hermana con el frente de juventudes. A la izquierda floreada y de azul mi flamante mami, a su lado dos de sus hermanas pequeñas, dos tías mías, medio abrazando a la más pequeña de las tres se encuentra mi hermana, ya sin tocado, con las gafas en la cabeza y una copa de vino en la mano, ya sabemos pues que va a ser cierto eso de que tal palo... tal astilla, explicación de por que la prima buenorra de la novia siempre está con sus manos ocupadas con botella o vaso en mano.

Si casi todo en la vida tiene una explicación¡¡¡







Aquí os presento a una representación de lo más joven, simpático, cachondo y divertido del evento,  lo más parecido a los One Indirection versión pucelana, sus voces no se si serán prodigiosas pero marchan tenían para dar y tomar.

Con esta tropa tuve el honor y el privilegio de pasar un buen rato en la barra del bar, lo que me pude reír¡¡¡

El de la derecha es el gran triunfador de la noche, el vecino buenorro, incluso sin corbata desató pasiones y que pasiones¡¡¡ y que desate¡¡¡¡¡¡

Cual notario, doy fe¡¡
Puñaladas sentí de envidia desde parte de la sección femenina.
Gracias chicos por ser tan amables, considerados y simpáticos conmigo, fue un placer de dioses¡¡¡¡
Placer de dioses apto para una diosa especialmente de espaldas, o no????





Aquí os presento a otro semi- espectro.

Este fantasmita es Sito, la pareja de Marga, ya sábeis, mi adorada competencia.

Sito ha estado casi tan desaparecido como el padre pasota de la novia, el hombre ha estado detrás de la cámara más que delante, pero se merecía aparecer y zas¡¡¡¡ aparece¡¡¡

Aprovecharemos para decir que el hombre  tampoco está nada mal.





Ya está bien de aparecer como secundarios de lujo, también se merecen un primer plano la pareja más simpática de la boda.

El guapo italiano y su señora, la mujer más sonriente.

Pareja guapa pero sobre todo simpática y alegre.

Al fondo a la derecha parte de los cachondos de oro y en la izquierda se adivina a lo más parecido que tengo a un cuñadito.







Y aquí tenemos a la crême de la crême mi queridísima Monica acompañada de su familia a la que os presento encantada a continuación, a su derecha su mami, después uno de sus retoños y enfrente de ella su marido. Me alegró una barbaridad que tuvieran el detalle de aparecer por el restaurante, para mi son una familia de lo más entrañable y adorable y cuanto más ocasión tengo de conocerlos más me lo demuestran. Estas dos mujeres os puedo asegurar que son magas, juraría que en vez de dedos tienen varitas mágicas, además ambas dos poseen el don de la habilidad combinada con el buen gusto. Conmigo hicieron un trabajo que más que trabajo fue una ardua labor de diseño y reconstrucción, más propia de diseñadoras de exteriores que de peluqueras, todo lo que diga de ellas es poco. Pero ya no es la maravilla de trabajo que hicieron conmigo o con Marta, su verdadero encanto consiste en como son como seres humanos: atentas, educadas, divertidas, comprometidas, profesionales, pero por encima de todo buenas personas, gentes de bien.
Aprovecho este espacio para agradecerlas todo lo que han hecho por mis hijas y por mi, por supuesto tampoco de olvido de mi yerno y yernito, para el evento menos el padre pasota que no tenía el chichi para farolillos, (naturalmente de haber tenido chichi) pasamos todos por ellas, unos más necesitados que otros, evidentemente, pero todos nos pusimos en sus profesionales manos sabiendo de antemano que el resultado seria de lo más satisfactorio. Gracias chicas¡¡¡¡¡ sois de lo bueno, lo mejor y de lo mejor, lo superior¡¡¡¡






Y para terminar esta posiblemente primera parte del restaurante me ha parecido oportuno poner una simpática foto de los recién casados.

Los dos copa en mano, la de Marta parece enorme, Ruben tranquilo, todavía perfectamente vestido y con su flor aún intacta. Marta da la sensación de que tiene la boca llena y la han pillado in fragante en el preciso momento de hacer la foto.

Al fondo a la derecha se adivina mi tocado y la parte de mis hombros, bonita y gráfica forma de dejar constancia de que estuve allí.





Próxima entrega
Nos fuimos al restaurante parte 2


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