miércoles, 18 de junio de 2014

Diario de una madre desquiciada a la que se le casa su primogénita





Cuaderno de bitácora


UNA DE DISCURSOS  Y DEMAS  CUESTIONES QUE HAN DADO DE SI EN LA PENULTIMA SEMANA PREVIA AL ENLACE.



Como el que no quiere la cosa los días han ido pasando y casi sin darnos cuenta estamos en vísperas de celebrar tan esperado enlace.

A falta de escasos días para el acontecimiento tenemos que ir terminando lo empezado, debemos de tener todo preparado y en orden para que no nos pille el toro por sorpresa, parece que no, pero Jolín¡¡¡ lo que da de sí una boda.

Que a a estas alturas estoy desquiciada???? pues no, lo siguiente.

Después de haber practicado una mirada sincera a nuestra interior,  esta semana hemos practicado una mirada sincera a los detalles que nos faltan. No por tener a nuestra disposición los vestidos, zapatos de primera puesta y ropa interior lo tenemos todo, que va¡¡¡.  Resulta que también necesitamos complementos y zapatos de segunda puesta, por que eso sí, una podrá ir con unos tacones aptos para besar la punta de la torre Eiffel  y otra muy distinta es pasarse así todo el santo día, subida en un mini andamio y con bastante posibilidad de propensión al ostión, por lo que aviso a navegantes y asistentes al enlace, la madre-madrina una vez que se encuentre en territorio seguro, se apeará de los taconazos y se pondrá unas cómodas, elegantes y especialmente prácticas sandalias a ras de suelo. Pienso bailar, saludar a los diferentes invitados, caminar, saltar, hacer el pino puente y todo lo que sea necesario, pero pienso hacerlo de forma cuanto menos cómoda y especialmente segura.

A continuación haremos un repaso familiar  general centrándonos en las diferentes cuestiones con la que hemos estado ocupadas en esta semana.

La abuela tremendamente feliz de la novia y la tía más tía entre todas las tías ya tienen sus zapatos, están a falta de los complementos varios, ya sabeís, adornos de pelo,  joyerío y ese tipos de detalles.

La prima buenorra se ha quedado en ropa interior y vestido, a estas alturas sigue sin zapatos ni complementos, tampoco sabe que peinado llevará ni por supuesto que adorno en él, la verdad es que la nena tampoco los necesita, zapatos puede que si, pero poco más,  ya lleva de serie juventud y belleza, que más se puede pedir???? un floripondio???? Bah¡¡¡

El padre pasota de la novia está a falta de un cinturón, nada preocupante ni que no de tiempo, fuera estrés¡¡¡

La dama de honor porta-arras hermana de la novia está al completo, faltan sus adornos para el pelo pero afortunadamente no nos encargamos nosotras de ellos, si por Ana fuera alguna tiara o corona luciría en su bonita cabeza, pero va a ser que no. Cuando recogimos su vestido nos encontramos con una vitrina llena de ellas, las había hasta de tres pisos¡¡¡¡ para mí que las pusieron aposta sabiendo de la afición que tiene Ana a lucir una, apuesto a que aseguraban compra. Pero para mi suerte y a fin de evitar más desquicie reconozco que a nivel de peluquería tengo un enorme descanso emocional, no tendré que opinar ni decidir, que alivio¡¡¡ confiar, confío y de quien confío me fío.

La peluquera elegida para peinar y embellecer tanto a la novia como a la hermana y a la madre se encargaran de elegir lo más adecuado para cada una de nosotras, teniendo en cuenta nuestras edades, modelos y color de vestidos, categoría y rango en el evento, etc. Con Marta y Ana lo tiene fácil, de nuevo la belleza y juventud juegan a su favor, conmigo tienen un reto, así veremos de lo que son capaces¡¡¡¡¡.

De lo que a mi respecta ya tengo mi vestido en casa, de espaldas sigo pareciendo una diosa, lo que me tranquiliza y bastante, por que seamos sinceros, tanto bombo con ser madrina y la madrina como verdaderamente se luce es de espaldas. A los invitados los tendré detrás en el momento más importante del evento que es la ceremonia religiosa, por lo que mi retaguardia es lo más preocupante para mí, el hecho de parecerme a una diosa me relaja. De mi delantera estoy más despreocupada, se me verá de cintura para arriba sentada en la mesa presidencial, para tal fin habré sido previamente perfectamente maquillada y peinada por lo que luciré bastante "diferente" que en mi modo habitual, además al estar sentada al lado de mi hija ya casada tengo garantizada el desvío de miradas hacia su persona.
Todavía estoy pendiente de mis sandalias cómodas de segunda puesta, de pendientes y puede que alguna pulsera aunque la verdad es que tampoco lo sé, me debato entre pulsera o brazalete, el ir semejante a una diosa es lo que requiere, o no??
De mi peinado me rindo, como comenté anteriormente delego en las peluqueras que para eso son las profesionales, entre conociéndome como me conozco y el hecho de ir semejante a una deidad femenina, igual sería capaz de aparecer con una corona de laurel en la cabeza, o una diadema en la frente adornada con una cobra sobresaliente a la altura de mi frente, por lo que afortunadamente para mi bien confío en unas profesionales encargadas del diseño y puesta en marcha en todo lo que al peinado se refiere, dichas profesionales también se encargarán de mi chapa y pintura, apareceré maquillada por especialistas, seguro que ni me reconozco¡¡¡



Pero si hay algo que me ha traído de cabeza toda esta semana ha sido la preparación de un discurso. El ser madrina me da la oportunidad de brindar a los novios unas palabras, los novios me han pedido hacerlo y a pesar de mi desconocimiento en el tema he aceptado por no poder negarme.
Del discurso poco puedo contar, será sorpresa, solo diré que me he esforzado, que me he esforzado  mucho, que me lo he tomado en serio y que no me ha resultado fácil su redacción en absoluto. Nunca he presenciado ninguno en ninguna boda y no tengo ni idea de lo que se debe decir.
Pero como si no cuento nada reviento, para dar un toque morboso al asunto confesaré que hay por ahí dos desconocidas buenas personas conocedoras de su contenido.
Pienso mantener en secreto sus identidades, confesaré que han sido dos varones a quienes he pedido opinión sincera. A los anónimos personajes quiero agradecérselo públicamente no solamente por que así parece que el agradecimiento es más agradecido, sino por que estoy segura que expresamente así seria su deseo, no el que lo agradezca, que va¡¡¡  si no el que mantenga su anonimato.
Cuando propuse colaboración a mis adorados anónimos aceptaron de inmediato, se pusieron ambos dos a mi disposición, propusieron correcciones, opinaron con sinceridad, no protestaron en absoluto cada vez que les requería y eso es justamente lo que yo buscaba y por supuesto necesitaba.
Sin su ayuda no hubiera sido posible hacerlo y solamente con apoyarme y no mandarme a hacer puñetas se han ganado todo mi respeto, respeto que por cierto ya tenían y de sobra.
Uno de ellos asistirá al enlace, el otro no, por lo que me gustaría que el primero participara conmigo en la lectura, aunque bastante difícil lo veo sinceramente, su timidez es comparable al estado de Nevada, por lo que en caso de negarse lo comprendería perfectamente. Si me autoriza algún día el Sr. anónimo asistente al evento facilitaré su identidad, en caso contrario no lo haré, será nuestro secreto para siempre jamás, lo juro. 

Capicci???

Eso sí, confío en la confidencialidad y valga la redundancia por muy confidencial que sea,  no quiero ni imaginar la decepción tan enorme  que sufriría si me entero que el contenido del discurso ha dejado de ser secreto por parte de alguno de los colaboradores anónimos varones. Si aparte de desquiciada me sintiera decepcionada, podría ser ya demasiado para mí.

Si el discurso en cuestión gusta, prometo publicarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario