Paciencia
A CAMINO LARGO, PASO CORTO.
Cuando nos embarcamos en el proyecto para intentar que Ana consiguiera más autonomía tuvimos tres cosas muy claras, deberíamos de intentar ser coherentes, consecuentes y sobre todo pacientes.
- La coherencia para mostrar siempre la misma actitud ante los mismos comportamientos, no debemos de confundir diciendo cada día una cosa.
- La consecuencia para respetar lo que hemos acordado previamente.
- Y la paciencia para saber esperar.
La paciencia nos proporciona tiempo para reflexionar y pensar en lo que estamos haciendo y en cómo lo estamos haciendo. No podemos olvidar que las limitaciones de Ana obstaculizan y dificultan nuestras enseñanzas, a veces nos parece que nuestros esfuerzos son inútiles, pero cuando vamos viendo sus avances nos animamos a continuar.
Una vez leí que la paciencia es una forma de amabilidad y que dar tiempo es dar una oportunidad a la amabilidad y si que debe de ser así, ya que la amabilidad es tratar con agrado y delicadeza a los demás. Nosotros lo que estamos intentando es a aprender a soportar las dificultades con las que nos vamos encontrando y a eliminar las presiones externas, para demostrar a Ana que lo más importante, es que juntos lo conseguiremos.
Para que Ana consiga más autonomía también la debemos de educar y si educar es proporcionar comportamientos, conocimientos o habilidades a una persona, si es transmitir valores, si es promover, está claro que es una responsabilidad y un deber moral. Pero para nosotros es además un reto, ya que intentar conseguir la tan ansiada autonomía dependerá en gran parte de ello.
Nunca hay que olvidar que la paciencia tiene más poder que la fuerza.
Autonomia ¡¡¡¡ prepárate que allá vamos ¡¡¡¡
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