Diario de bitácora
POR FIN YA TENGO VESTIDO
Por supuesto que no tiene la importancia del vestido de la novia, ni lo pretendo, faltaría mas¡¡¡ pero el vestido de la madrina tiene la importancia que tiene el ser el vestido de la madrina y encima en este caso con el agravante de la de madre de la novia, vaya responsabilidad¡¡¡
Pero por fin creo que encontré el modelo adecuado para mí.
Siempre he dicho que para tan importante cargo trataría de ir elegante pero sencilla, no soy mujer de excesos y por muy madrina que sea no pienso en absoluto ir recargada, en la discreción está el buen gusto y otra cosa no seré, pero discreta soy y un rato, por lo que comencé la búsqueda del vestido perfecto para mí.
Acompañada de mi consuegra, aclarar quiero que cuando hablo de consuegra me refiero en todo momento a la madre del noviete de Ana que es la que vive en la misma localidad que yo, pues eso, acompañada de mi consuegra comenzamos con tan importante misión, Dios mío¡¡¡¡ vimos de todo y me probé casi de todo, que horror¡¡¡¡ lo aparente no me favorecía, lo que me favorecía me horrorizaba, me entro miedo, miedo de no encontrar nada adecuado para mi.
Apunto estaba de rendirme cuando entre el destino, la búsqueda y el propio comercio nos plantó delante de nuestras narices un vestido resultón y que se adaptaba nada más verlo a mis gustos y necesidades, fue un amor a primera vista. Inmediatamente con el en la mano nos dirigimos al probador, por fin¡¡¡¡ le gustó a mi consuegra, a la dependienta-vendedora y a mi¡¡¡. Al segundo me entraron dudas, la inseguridad se apoderó de mi, lo dejé apartado pero seguimos buscando entre otros modelos por si encontráramos algo mejor, difícil pero no imposible.
Inútil la búsqueda, modelos repetidos no aptos para mi, hasta que vimos otros dos no tan aparentes pero nada despreciables, dos posibles candidatos, otras dos posibilidades, esto es de locos¡¡¡¡
En estas estábamos cuando de repente vimos a una jovencita probándose el vestido primero que deje apartado, que bonito¡¡¡ me agradó más al verlo a alguien puesto y más a una jovencita con su correspondiente cuerpo de jovencita, encontré detalles que en mí puesto no los percibí, pero había algo que no me terminaba de gustar. Ni corta ni perezosa la pregunte a la muchacha si la importaría mucho probarse los otros dos vestidos candidatos aunque con menos posibilidades de ser los elegidos, la chavala accedió sin problema cuando la explicamos la situación, segundo vestido, precioso, el tercero también... pero al probárselos sin protestar la muchacha me hizo el favor de mi vida, a ella la quedaban bastante mejor el segundo y el tercero por que eran bastante más juveniles, entonces comprendí que lo que no me gustaba del primero es que era menos aparente para ella precisamente por no ser tan juvenil y precisamente por ese motivo resultaba más idóneo para mí, no tengo 20 años y no se trata de ir haciendo el ridículo, cada edad requiere unas características y queridos lectores, eso es algo que tenemos que admitir.
Inmediatamente confirmé mi reserva, ya tengo vestido a pesar de que la vida una vez más me muestra su cara más injusta, mi hija ha decidido casarse precisamente cuando atravieso esa etapa delicada que atraviesa la mujer a cierta edad, cuando las hormonas y los años se ponen en contra de una, cuando los vergeles comienzan a secarse, cuando el modo secano (afortunadamente, al menos en mi caso) parece que interrumpe, eso sí, pagando precio, gratis va a ser que no y el mío ha sido un considerable aumento de peso y una cuidada y más que incipiente barriga que recuerda mis inicios de embarazos allá por mis años mozos, pero eso es otro tema que no viene al caso, lo importante es que tengo vestido que no solamente es elegante y sencillo, también disimula las imperfecciones aparecidas en mi hasta hace poco tiempo cuerpecito.
Ahora toca seguir con otra búsqueda, zapatos, bolso y complementos varios, madre mía¡¡¡ que complicación, pero va a merecer la pena por que voy a estar monísima, posiblemente seca pero monísima¡¡¡¡¡
Prometo foto
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