viernes, 18 de marzo de 2016

Una gata compañera












Era una vez que se era
una gata forastera
que al verla fue mi deseo
que con nosotros viviera.

No quería que sufriera
quise que un hogar tuviera
sin apenas titubeo
pedí que a casa viniera.

La quise de compañera
y como vivía fuera
provoqué un largo paseo
para que a casa viniera.

Hola gatita viajera ¡¡¡
que bien que llegaste entera ¡¡¡
delgada como un fideo
nerviosilla y muy ligera.

Te elegí bien forastera
no eres gatita cualquiera
eres el patito feo
que a cualquier gato supera.

Pero algo que debiera
ella no hacía siquiera
nunca escuché un ronroneo
para mí que no se heredan.

Yo quería que lo hiciera
ansiaba que lo consiguiera
  era mi mayor deseo
y no lo intentaba siquiera.

Y un día de mañanera
ella me miró sincera
la escuché su ronroneo
ay ¡¡ la emoción me supera ¡¡¡.

No me moví ni siquiera
quedé de aquella manera
no hice ni un parpadeo
para evitar que se fuera.

Querida gata viajera
ya no eres forastera
te juro que no bromeo
tu eres gata compañera.




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