miércoles, 6 de agosto de 2014

Diario de una madre desquiciada a la que se le casó su primogénita







Cuaderno de bitácora.


EL PRINCIPIO DEL FIN DEL PRINCIPIO.- PARTE V



Alucinada estoy con la expectación que ha causado este diario, el pueblo sigue pidiendo crónicas y fotos pero aviso que esto tarde o temprano se tiene que acabar.

Pero como a mi me gusta dar gusto y valga tan gustosa redundancia, intentaré publicar alguna fotografía más, pero aviso a navegantes, la sesión fotográfica se acaba hoy. He decidido poner punto y final ya por que de todos es sabido que lo poco parece bien y lo mucho cansa, por que una retirada a tiempo puede ser una victoria y por que dos y dos son cuatro y cuatro y dos son seis.

Prestigiosas revistas del corazón tipo "Hasta luego", "15 segundos", "Mes"  se han sentido amenazadas ante mis crónicas, reportajes y comentarios donde he intentado que no faltara el sentido del humor. Se han dado cuenta que lo sencillo y cotidiano es más apetecible que lo rimbombante y estirado, pero tampoco es cuestión por mi parte de estirar y estirar más.

Mientras sucedía lo que vais a ver a continuación yo me encontraba en la barra del bar, la caza se presentía inútil, el macho buenorro no estaba por la labor de complicarse la vida a no ser que fuera estrictamente necesario y a juzgar por su aptitud no le suponía un caso de vida o muerte el apareamiento nocturno, lo que digo¡¡¡ todo un caballero buenorro¡¡¡ . Las hembras decepcionadas comenzaron a ojear otros posibles candidatos, las más descaradas probaron suerte con la sección más juvenil y cachonda, que alegremente entró al trapo, eso sí,  en modo verbal. El comportamiento final fue tan adecuado como correcto y la manada masculina se dedicó a lo que verdaderamente habían venido a hacer, a disfrutar de un gran día, de la compañía del resto de invitados y especialmente de la de los novios, sabia decisión¡¡¡

Pues con esto y un bizcocho vamos a por lo que nos interesa que es la sesión fotográfica.

Va por vosotros¡¡¡¡






Una vez que comenzó el baile hubo quien prefirió sentarse a hablar y descansar, de las primeras en hacerlo fueron mi querida competencia, quien por cierto al igual que hice yo se cambio de calzado y se puso algo más cómodo y la chica del megáfono. Chicas si hubo chismes me los pasáis, ok????



Aquí tenemos a Ana hecha una princesita.

Por fin se salió con la suya¡¡¡
Que no le compré la tiara cuando el vestido a pesar del tostón que dio??? no importa, Ana se supo agenciar una y estuvo ya feliz toda la tarde.

Da igual brillantes que plástico, una tiara siempre es una tiara, la madre que la parió¡¡¡¡

Las pompas de jabón se encargaron de dar un toque más Disney al momento, ésta Ana¡¡¡¡¡¡






Se amplia el dúo anterior, ya hay trío.

Mientras unos bailaban sin parar, otros daban buena cuenta de los aperitivos que se sirvieron a modo de pre-cena.

Aquí tenemos mano a mano a mi querida competencia Marga, a la del megáfono y pareja, quien por cierto posa casi entero para la ocasión.

La comida entra mejor con buen rollo, cotilleos y confidencias.

Que aproveche¡¡¡¡







Aquí tenemos a los damos de honor demostrando que el baile tampoco se les da nada mal.

Ana se llenó su cabeza de abalorios, una tiara de princesa y una pluma de indio se repartieron el sitio con las flores,  doy gracias que el sombrero vaquero no era rosa si no le hubiera hecho hueco aunque fuera a golpe de martillo.

La arrastra el vestido por que por fin logramos quitarla los tacones, toda una aventura por cierto.

Pareja feliz donde las haya que disfrutó de la boda de Marta y Rubén como si fuera la suya propia.








Y mientras unos bailaban, otros se lo pasaban pompa y nunca mejor dicho haciendo pompas de jabón.

Dedicados a ello tenemos a la pareja más risueña del enlace, el guapo italiano y su sonriente esposa.

Simpática foto donde las pompas se esparcen a su voluntad, pero no fueron los únicos…..








El círculo se va ampliando, se ha sumado una de las chicas más guapas del evento.

Bailar está bien, pero comer entre horas, charlar y descansar un ratito también tiene su puntito.

Terminará ahí la panda o todavía se sumaran más miembros????

Próximamente, el desenlace.








Otro momento del baile donde de nuevo están dándolo todo los damos de honor.

En esta ocasión he puesto deliberadamente a mi yernito en primer plano, la criatura también se merece su momento de gloria y me apetece mucho podérselo dar.

Estilo tienen, eso hay que reconocerlo, pues nada chicos, seguir así que cualquier día os presento a un concurso.















Y aquí aunque más que bailando los tenemos copa en mano tenemos a los cachondos del día, al fondo y de frente nos encontramos al gran triunfador, el vecino buenorro. Parece que están brindando y les acompaña Ruben, al menos es lo que me parece al mirar el trocito de cabeza que se ve a a izquierda de la foto, juraría que es él. Yerno¡¡¡ la suegra te tiene fichado¡¡¡





Lo que hace el amor, mientras la gente baila y baila desparramados por ahí, nuestra simpática pareja lo hace abrazados y como no sonriendo, No cambies nunca chicos¡¡¡¡¡¡ 







Y mientras unos bailaban y otros descansaban y se ponían las botas, otros nos dirigimos al fotocall. Aquí me presento orgullosa con mis particulares ángeles. De Guardia civil y con ganas de hacernos un control de alcolemia mi yernito, de guapo cowboy el triunfador de la noche, más conocido como el vecino buenorro.  Y yo en medio más feliz que una perdiz que come regaliz tras cometer un gran desliz y la más orgullosa entre las orgullosas, que orgullo¡¡¡¡





Mientras la gente baila, se va ampliando el círculo de los que decidieron organizar un coloquio y recuperar fuerzas . Todo empezó con mi querida competencia y la chica del megáfono, después se unió la pareja de ésta última, a continuación una de las chicas más guapas del enlace y para terminar se ha incorporado la novia que muestra sin pudor alguno el alimento que sujeta en su mano, se me adivina que tiene la boca llena. También da la impresión de que al fotógrafo le está diciendo.. quieres????








Igual que digo que el círculo de los que paraban a reponer fuerzas y a descansar se iba ampliando, es justo reconocer que Ana y su noviete seguían bailando.

Los damos se honor se lo pasaron bomba danza que te danza, danza que te danza, terminaron reventados.

Estoy en condiciones de asegurar que Ana se lo bailo todo y Angel algo menos pero también.

Durmieron como benditos.












Y mi yerno acabó así, tirándome un besito mientras que con mi móvil le hacia una foto.

Copa en mano se le veía cansado, normal y lógico después de un día tan especial, con tantas emociones y tantos sentimientos a flor de piel.

Ruben cariño, ya sabes que te quiero mucho y que de verdad eres ya un miembro destacado de mi familia.

Orgullosa te recibo y te mando muchos besos.











Y con esta foto me despido deseando a la feliz pareja que sean felices, que su vida en común sea dichosa y afortunada y que no se olviden de culminar tanto amor con una nietecita para ésta blogera.

Quiero disculparme por no poner demasiadas fotos oficiales, soy de la opinión de que la pareja demasiado a consentido al dejarme semana a semana desde el pasado mes de enero entrar en sus vidas para contar las aventuras y desventuras en la preparación de su boda, ya aprovecho el momento y se lo agradezco de todo corazón.

Me he tomado la licencia de que las fotos oficiales sean para ellos y no del dominio público, de todas formas poco se diferencian de las aquí publicadas, la esencia es la esencia y lo que allí se vivió fue exactamente lo mismo que lo que aquí se ha publicado.

También quiero agradecer públicamente a la persona anónima el que me haya pasado las fotos, sin su ayuda estos relatos de las últimas semanas no hubieran sido posibles. Muchísimas gracias¡¡¡¡

Y a Vd. querido lector gracias por haber estado ahí, la próxima semana, el discurso, al final lo publicaré debido a la gran cantidad de peticiones que he tenido, que nadie espere nada excepcional,  lo advierto, avisados estáis.



                                                                 Próxima y última entrega  
                                                                           El discurso

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