Como estoy tan convencida de que las buenas personas tarde o temprano se encuentran, he considerado necesario añadir esta sección de agradecimientos a mi ya variado blog, para mostrar no sólo mi gratitud, también para expresar lo afortunada que me siento por haber tenido la gran suerte de conocer, tratar y sobre todo mantener a mi lado a buenas personas.
Esta semana quiero mostrar mi agradecimiento más agradecido a Charito, mi querida Charo, una persona dulce y suave pero sobre todo amorosa, alegre, generosa, confidente y amiga.
A Charo la conocí, como no podía ser de otra manera, a través del mundo de la discapacidad, desde entonces habrán pasado ya unos 7 años.
Charito trabajaba como coordinadora de Ocio en la asociación donde participa Ana.
Si bien por aquel entonces nuestra relación era de lo más sencilla y cordial, porque siempre fue en calidad de coordinadora y madre, ya se la veía que como persona tenía mucho que ofrecer y que pertenecía a esa clase de gente que merecería la pena conocer.
Charito trabajaba como coordinadora de Ocio en la asociación donde participa Ana.
Si bien por aquel entonces nuestra relación era de lo más sencilla y cordial, porque siempre fue en calidad de coordinadora y madre, ya se la veía que como persona tenía mucho que ofrecer y que pertenecía a esa clase de gente que merecería la pena conocer.
Lo curioso con Charo fue que nuestra amistad se empezó a consolidar justo cuando dejó de trabajar en la asociación, ya que fue entonces, al no existir un vínculo laboral que nos limitara, cuando empezamos a tratarnos más y lógicamente a conocernos mejor.
Pero Charito no sólo dejó su trabajo, también dejo la ciudad y me apené. Me apené de verdad por que pensé que la recién iniciada amistad se perdería por culpa de la distancia, pero por suerte para mi me equivoqué.
Me equivoqué porqué comprobé que cuando de verdad uno quiere el contacto no se pierde y Charito me demostró que tampoco quiso perderlo.
En las nuevas tecnologías supimos encontrar nuestras mayores aliadas para seguir manteniendo el contacto y a pesar de que el tiempo va pasando nosotras ahí seguimos, contándonos confidencias y pidiendo u ofreciendo consejos, según el caso.
Pero Charito no sólo dejó su trabajo, también dejo la ciudad y me apené. Me apené de verdad por que pensé que la recién iniciada amistad se perdería por culpa de la distancia, pero por suerte para mi me equivoqué.
Me equivoqué porqué comprobé que cuando de verdad uno quiere el contacto no se pierde y Charito me demostró que tampoco quiso perderlo.
En las nuevas tecnologías supimos encontrar nuestras mayores aliadas para seguir manteniendo el contacto y a pesar de que el tiempo va pasando nosotras ahí seguimos, contándonos confidencias y pidiendo u ofreciendo consejos, según el caso.
A dia de hoy puedo decir orgullosa que Charito es mi amiga, que cada vez que la necesito siempre está y que jamás me ha fallado.
Reconozco que Charo es de esa clase de personas que al tratarla da adicción, porque cuanto más la conoces más te engancha y más quieres estar en contacto, que desprende amor y que una de sus mayores cualidades y de las que más valoro y admiro, es que con ella la confidencialidad está garantizada.
Por todo eso y por mucho más, GRACIAS, GRACIAS, MIL GRACIAS ¡¡¡
Reconozco que Charo es de esa clase de personas que al tratarla da adicción, porque cuanto más la conoces más te engancha y más quieres estar en contacto, que desprende amor y que una de sus mayores cualidades y de las que más valoro y admiro, es que con ella la confidencialidad está garantizada.
Por todo eso y por mucho más, GRACIAS, GRACIAS, MIL GRACIAS ¡¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario