miércoles, 29 de enero de 2014

Diario de una madre desquiciada a la que se le casa su primogénita







Cuaderno de bitácora.


LA FELIZ NOTICIA


No soy normal, nunca lo fui y creo que nunca lo seré.

Como no podía ser de otra manera mi familia tampoco lo es y si queréis que sea sincera estoy muy orgullosa de ello.

En esta etapa de mi especial vida atravieso unos momentos muy emotivos y como no especiales, tan especiales y tan emotivos son, que lo que han conseguido han sido convertirme en una madre desquiciada, de por sí desquiciada formaba ya parte de mi segundo apellido hasta hace bien poquito, pero ahora forma parte de mi nombre y lo que es peor,  no se sí está colocado antes o después de María del

Mi primogénita se casa, pero no se puede casar como la inmensa mayoría de las primogénitas, no señor¡¡¡, la mía se tiene que casar respetando en cierta medida el protocolo establecido medianamente tradicional, aderezado con una pizca de nuestro particular protocolo de familia especial, si nó no seriamos nosotros evidentemente y para dificultar un poco más la preparación del evento se casa a más de 200 km. de distancia.

De por sí ser madre de la novia no es tarea fácil para la inmensa mayoría de las madres de las novias, desconozco por completo si el dato corresponde exactamente igual a las madres de los novios, por lo que me he tomado la licencia de no opinar, ya que si por algo me caracterizo es por no opinar de lo que desconozco. Si a la dificultad de ser la madre de la novia le añadimos el ser la madre de la novia desde la distancia imaginaros como aumenta el grado de dificultad, afortunadamente en las nuevas tecnologías hemos encontrado la feliz novia y la desquiciada madre grandes aliadas, pero aún así la preparación del evento se nos complica una barbaridad.

Semana a semana iré relatando los acontecimientos que nos van sucediendo a las dos principales protagonista del evento: la afortunada y feliz novia y la desquiciada madre, como en toda buena historia contaremos con secundarios de lujo, Ana en el papel principal de hermana de la novia, el noviete como pareja feliz de la hermana de la novia, el padre pasota de la novia, la prima buenorra de la novia, la tía más tía entre todas las tías de la novia,  la abuela tremendamente feliz y orgullosa de la novia y demás repertorio de ilustres invitados siempre por parte de la novia y siempre desde el cariño y el respeto.

Por respeto también y mayormente por carecer de datos oficiales, omitiré cuidadosamente pronunciarme de la familia del novio al que por cierto adoro, no ya como futuro yerno oficial, sino como al hijo que nunca he tenido y que a este paso nunca tendré (como suegra no tengo desperdicio, eh???).

Os invito a vivir semana a semana (o cada vez que sea necesario) de la preparación de la ceremonia del año, por lo menos en lo que a mi especial familia se refiere, como en todo lo que tiene que ver conmigo intentaremos que sea con buen humor, por que si encima nos tenemos que poner serios … apaga y vámonos¡¡¡¡¡¡

Que el chí esté con nosotros.

Estáis todos invitados¡¡¡
Refiriéndome a la lectura, aclaro.


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