Cuaderno de bitácora
A MODO DE INTRODUCCION.- PARA ENTENDERNOS LO MEJOR SERA EMPEZAR POR EL PRINCIPIO.
Todos queremos que nuestros hijos nazcan sanos y guapos y si tuviéramos que elegir, sanos ganaría a guapos por goleada. Pero hay veces que la naturaleza, el destino o vete tu a saber el qué, no te concede tus deseos.
Soy madre de una personita con discapacidad intelectual, física y sensorial y precisamente por ese motivo me he lanzado a escribir esta serie de relatos. Ya sé lo que pensáis algunos, que la palabra discapacidad se pretende extinguír, pero yo la pienso seguir empleando.
Se que ultimamente se empieza a utilizar el término de personas con "diversidad funcional" para referirse a este colectivo y aunque lo respeto no lo comparto y no lo comparto por que a mi personalmente no me gusta en absoluto.
Entre mongólico que es un espanto, retrasado mental que es incalificable, minusválido o discapacitado me quedo con éste último. El de diversidad funcional no me termina de gustar, bueno, a decir verdad no me termina de gustar por que ni tan siquiera ha empezado a gustarme, me suena a camuflaje, a ocultar, a disfrazar una realidad. Diversidad funcional tenemos todos, no somos todos válidos para las mismas funciones, por eso prefiero utilizar el de personas con discapacidad, pero siempre insistiendo en que son personas, personas que padecen una discapacidad, así, sin disfraces, sin tapujos, sin anestesia, abiertamente como son ellos.
El término de diversidad funcional me suena a igualar y a mi el igualar refiriéndome a este colectivo no me gusta en absoluto, no son iguales por mucho que nos empeñemos en demostrar lo contrario, esa es la realidad, es su realidad. Igualdad me gusta emplearlo a la hora de exigir, para exigir igualdad de derechos, de oportunidades, por que tienen derecho a esos derechos y oportunidades, pero nunca expresado para afirmar y comparar que todos somos iguales. Son sus propias limitaciones las que les impiden llevar una vida como el resto de personas que no padecen una discapacidad, necesitando de adaptación y apoyos para desempeñar algunas funciones y resultando imposibles ejercer otras. Responsabilidades como la maternidad, paternidad, conducir, cursar ciertos estudios o conseguir ciertos empleos, por citar algunos ejemplos no siempre puede ser posible. En ocasiones las situaciones más cotidianas tampoco están a su alcance: leer, escribir, identificar las horas, el valor del dinero, atarse los cordones de su calzado, etc. También hay personas más gravemente afectadas a las que les resulta imposible desempeñar funciones básicas como hablar o caminar. Esta es su realidad más real y como tal debemos de aceptarla.
Personalmente no comparto la misma opinión con quienes exigen beneficios o ventajas especiales para este colectivo de personas sin querer reconocer previamente sus limitaciones. Si lo exijo al menos lo reconozco.
Quiero insistir en que se trata de una opinión personal y como tal quisiera que fuera respetada, de la misma forma que yo respeto otras denominaciones siempre que éstas sean respetuosas, cada uno que los defina como prefiera, en mi caso con todo el respeto posible hablo de personas con discapacidad, priorizando e insistiendo en que por encima de todo hablamos de personas.
La discapacidad es una realidad humana que encuentra su mayor enemigo en la desinformación que la propia la discapacidad tiene para las personas que no la padecen, en la que lo único que se consigue es un distanciamiento. Debemos de eliminar barreras para lograr una igualdad de oportunidades entre personas con y sin discapacidad.
El motivo de escribir esta nueva serie de relatos es por que me sale de dentro, me lo pide el corazón, afortunadamente vamos avanzando en su adaptación, pero todavía siguen siendo grandes desconocidos, lo que es una verdadera lástima, todo sea dicho de paso. Si gracias a estas humildes letras se los conocieras un poquito más, de verdad que me daría por satisfecha.
Lo cierto es que cuando los conoces o los tratas descubres lo que realmente son: personas.
Personas con sentimientos, necesidades, limitaciones, enfermedades, exactamente igual que el resto de seres humanos.
Que necesitan apoyos??? si¡¡¡ y yo también, si no me apoyara en unas gafas mi visión no seria la correcta, algún problema??? no verdad¡¡¡, pues con ellos sucede igual, si necesitan apoyos se les facilitan, sin más complicaciones.
Debemos de concienciarnos y facilitar todos esos apoyos, las familias, las administraciones... no se nos debe de olvidar que son personas con derechos exactamente igual que otros colectivos.
Os invito poco a poco a conocerlos, véreis que no son tan distintos como pensamos, que van más despacito???? si, pero acaso eso es importante ???.
Las familias nos enfrentamos a la dura tarea de intentar normalizar una situación que debería de estar ya normalizada. Son un colectivo como otro cualquiera, con sus carencias y limitaciones ?? si, estamos de acuerdo, pero también tienen mucho que ofrecer.
Diariamente aprendo con ellos, comparto con ellos, me divierto con ellos, incluso sufro con ellos, no son tan distintos, de verdad, merece la pena conocerlos, aceptarlos y sobre todo tratarlos.
Por su integración, por su aceptación, por eso me he decidido a escribir, para que al conocerlos un poquito más los aceptes, los respetes, los integres, los ayudes, pero siempre sin exigencias, a su ritmo.
La pareja feliz nos servirá como guías para introducirnos en su particular mundo, un mundo que descubrirás no es tan diferente al nuestro. Un mundo donde la inocencia reina, donde la ayuda es aceptada, donde el amor crece sano, donde se vive sin perjuicios, donde se acepta a todos, donde no se discrimina. Un mundo tan sencillo como sincero, tan acogedor como alborotado, tan especial como normalizado, tan natural como desconocido. Un mundo fácil a pesar de sus complicaciones, menudo a pesar de ser numeroso. Un mundo maravilloso donde se encuentran queridos y cuidados, felices y ajenos, así es su mundo.
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