Marta presenta ufana su propuesta esta semana.
La sugerencia de Marta que me anima a que comparta, que aunque tiene poco tiempo y aunque a veces está harta, te hace un menú y una tarta, como el que te hace un pasatiempo.
Cuando cocino me enrollo y hoy me enrolle con el pollo, que quedó de escaparate, le hice bolas y no un rollo y después para remate, quizás hice un disparate, cuando a las bolas de pollo, las sumergí con tomate.
Cuando utilizamos productos de calidad y poco grasos, las albóndigas pueden ser un plato nutritivo y apto para todos los públicos. Para que resulten más nutritivas podemos acompañarlas con salsa de tomate, así su vitamina C facilitará la absorción del hierro en el organismo.
La carne de pollo tiene un gran número de propiedades nutricionales favorables, contiene un 20% de proteínas, es baja en grasas y no contiene cantidades apreciables de carbohidratos. Además contiene calcio, fósforo, hierro, zinc, magnesio, sodio y potasio, vitaminas A, B1,B2, B3, C y ácido fólico.
Los tomates son, sin duda alguna, uno de los ingredientes fundamentales en casi la gran mayoría de las cocinas, especialmente por sus importantes beneficios y propiedades. Se pueden comer en ensaladas, pero también solos, hervidos, en salsa ... Su color rojo intenso, por ejemplo, es debido a su contenido en licopeno, una sustancia antioxidante que no se convierte en vitamina A. Cuenta con gran cantidad de vitaminas B, C y A y además de tener pocas calorías y grasas, es ideal en dietas para bajar de peso. Importante es también su contenido en minerales del que destaca el potasio, aunque también posee fósforo, magnesio y calcio, entre muchos otros.
Es importante que la fritura de la albóndiga sea leve y la carne no quede excesivamente hecha, la cocción al punto es la que aprovecha mejor los nutrientes.
La curiosidad de la semana:
Hay más de 24 billones de pollos en el mundo, más que cualquiera otra especie de ave.
Que os aproveche ¡¡¡
Ñam, ñam.
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